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EFECTOS SECUNDARIOS DE LAS PRACTICAS ESPIRITUALES



Es muy común que suceda durante cualquier práctica espiritual como el Tai Chi, la Biosinergética, la meditación o el Chi Kung, que las personas entren en estados de mucha incomodidad, agitación y malestar, lo cual hasta cierto punto es normal, ya que la mayoría de las personas no están acostumbrados a lidiar con su mundo interno por lo que terminan por disociarse de su práctica (mi maestro James Wing Woo solía llamar a ese estado de fuga "space out"), porque las sensaciones físicas pueden llegar a ser tan intensas e intolerables, que lo único que queremos es que desaparezcan y no nos molesten más. Pero tenemos que ser conscientes de que las prácticas para eso están diseñadas, para hacernos "sentir más", para conectarnos con esa "energía de vida (chi)", que corre dentro de nosotros, y liberarnos de esos bloqueos que no nos permiten ser la mejor versión de nosotros mismos. Porque debajo de todo ese dolor de hombros, de esa contractura en el cuello, de esa sensación de rigidez en el estómago, siempre se esconde una o "varias" emociones.


Tenemos que confrontar nuestro mundo interno con todo lo que esto conlleva, aunque esto al principio pueda significar pasar por estados de agitación, inquietud, angustia, dolor, ira, tristeza y muchas veces, pánico. Pero al final, cuando confrontamos, aceptamos y abrazamos estos estados, lo que queda, es; paz, serenidad, alegría, amor y un goce extático que parece no caber y no tener fin en nuestro cuerpo y en nuestra mente.


El trabajo personal implica aprender a estar presentes, integrados y cómodos en nuestra propia piel y no disociarnos de ella, como suelen hacerlo muchos a través del juego, las drogas, el alcohol, los amigos, la comida, el sexo o la misma meditación, porque aún las mismas prácticas espirituales o psicocorporales nos pueden servir para fugarnos de la realidad sino las hacemos con conciencia. Ojalá tuviéramos integrado de fábrica, un botón mágico que con solo apretarlo, todos nuestros problemas, defectos y traumas se solucionaran, pero no es así, y a veces, en nuestra desesperación, proyectamos este deseo fuera de nosotros, buscando a aquel maestro o "Gurú" que con solo tocarnos o ponernos las manos en la cabeza, pueda liberarnos de todo nuestro sufrimiento y darnos toda esa paz, serenidad y amor que anhelamos, y que siempre, "SIEMPRE", ha estado escondido en el fondo de nosotros mismos, en el centro de todos los centros, nuestro "Tan Tien" (tres dedos por debajo de nuestro ombligo).


A continuación cito un comentario vertido en mi sitio de Facebook y mi respuesta al mismo porque me parece que abonan mucho al tema que estamos tratando:


Alvaro R.

Tal estado se.puede evitar haciendo Circulo del.Chi...movimiento de brazos en circulo de.arriba abajo..afuera hacia.adentro... Para q el.Chi se aloje en.el.Qi.Hai... Y no hallan espasmos..ni movimientos involuntarios... El.Mar.de.la Energia..es.nuestro.almacen..ahi debe de quedar el.Chi...


Tai Chi México

Muchas gracias por tu comentario Alvaro. Normalmente no me gusta extenderme en las respuestas que doy a los comentarios, pero me parece que tu comentario si lo amerita por la importancia que reviste el tema y para que no haya malas interpretaciones por parte de nuestros lectores.

Él Qi Hai precisamente está contenido dentro del Tan Tien, y ahí es donde tenemos que llevar y contener nuestra energía para evitar efectos secundarios, es un centro que puede almacenar, generar y transmutar la energía. En la teoría lo que dices es verdad pero en mis casi 50 años de experiencia en estos temas de la energía y la alquimia Taoísta, me he dado cuenta que en la realidad no sucede así. Todo depende del estado y sensibilidad en el que llegue la persona con nosotros, hay ocasiones que la persona viene tan cargada y estresada, que aún con la concentración y los diferentes ejercicios del Chi Kung, no se pueden evitar estos movimientos involuntarios y estas molestias o explosiones emocionales (energéticas), en la red se ha documentado mucho todo esto, le llaman, "síndrome del Kundalini", en 1993 Greyson inclusive desarrolló el "índice del síndrome de Kundalini físico" para medir el grado de estos síntomas. Este síndrome como tal, está relacionado por la "American Psychiatric Association, Diagnostic And Statistical Manual Of Mental Disorders" (DSM IV), en su cuarta edición por sus características neuro-psicológicas, bajo la categoría de los "síndromes culturales" por lo que podemos encontrar amplia documentación y estudios sobre el tema en la red. La psicología Transpersonal en especial se ha dedicado ha estudiar este tema y como ejemplos que siempre citó, están los libros escritos por psiquiatras como el Dr. Lee Shanella y el Dr. Stanislav Grof.

Espero que tanto tu comentario como el mío ayuden a nuestros lectores a conocer un poco más sobre el tema y disipar todas sus dudas. Saludos!!


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